Lunes: ir al camal y cortar las carnes sanguinolentas, dar de comer a las vacas y bueyes, comer carne cruda escondido en el baño, llenar una tina con sangre tan espesa de coagulada que parece gelatina y bañarme en ella porque me lo recomendó un amigo para así vivir más.
Martes: ir al periódico a tomar fotos a mujeres en bikini, algo malo para el sistema nervioso ya que tengo que soportar estoicamente las sonrisas insinuantes y los roces, la piel suave, la presión de copular... sólo debo tomar las fotos y que los culos se vean grandes.
Miércoles: ir a la Dirincri y convertirme en estatua mientras veo a los corruptos pasar, subir y bajar, y tomarle foto sólo a los giles que se dejaron capturar, a veces a algún asesino.
Jueves: ir a a cachuelear al Escuadrón Verde infiltrándome en las discotecas gay para atrapar a los travestis peperos y a los vendedores de éxtasis, para lo cual a veces debo tomar una de esas pastillas y soportar un ataque al corazón.
Viernes: pensar que estoy enamorado y comparar el rostro de la mujer de turno con las modelos o cualquier mujer bonita que veo. Mirar incansablemente a una mujer, hasta que desaparezca.
Sábado: distraerme oyendo música, viendo tele, salir a caminar, tomar más fotos, leer algo, ir a tomar más fotos, querer, querer, querer y desear, nunca tener.
Domingo: amanecer en un lugar agradable, no tomar nada, ilusionarme por unos minutos, escribir huevadas.
martes, 25 de marzo de 2008
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