domingo, 6 de septiembre de 2009

Fui a mi casa y llegué hasta el fondo; en el baño, mi water se había atorado y tuvieron que sacarlo; ahí estaba, a un lado del hueco que llevaba al desagüe y desembocaba en el patio trasero; así abrí la puerta de atrás y vi que el agua empozada había formado un gran estanque que se alargaba y al fondo se transformaba en una selva... vi árboles y al abrir el caño de mi baño, jalar la palanca... un vendaval de agua cristalina inundó la laguna rectangular que terminaba en una jungla, con animales exóticos, inofensivos... un tipo entró luego a mi casa, y se aventuró en la selva y saltó entre los troncos... vi que de las altas lianas descendían loros gigantes, del tamaño de un niño, bajaban y no precisamente amigablemente como pensé en el principio, más bien se deslizaban sigilosamente, viendo a la presa que era el tipo que se deleitaba entre las pantanosas aguas. Vi de nuevo a mi baño y me quedé tranquilo.

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