jueves, 25 de septiembre de 2008
Tengo un amigo fotógrafo. Volví de viaje y me dijeron que había muerto, no recuerdo cómo. Fui a preguntar a todos los que le conocen y me confirmaron la noticia, así que sentí tristeza. Pero igual fui en busca de él. Llegué hasta un hospital y vi en una cama a su enamorada (también fotógrafa) con sus ropas celestes, y junto a ella a un tipo de blanco con una venda tosca en los ojos; parecía un enfermero. Me acerqué hasta ella y era como si me estuviera viendo, pero quizá me reconoció por la voz. "Estamos ciegos de ver", me dijo sonriendo, y esta vez sí noté su mirada perdida. Luego sentí un abrazo: era mi amigo... yo preferí acostar mi cabeza en el colchón blanco, mientras sentía que los dos me abrazaban... y no sentía qué decir, ya no importaban las fotos, solo saber que todo estaría bien.
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