domingo, 10 de febrero de 2008

El perro

Me fui caminando por una calle oscura. Un tipo me llevó a su casa; yo era un perro. Su hijo era un niño bueno, que me acarició y me guardó con cariño hasta la mañana siguiente. Tenía heridas y se me curaron, pero un día los niños de la calle me empezaron a joder, y hasta me acusaron de rabioso, me pusieron crema de afeitar en el hocico y mi pequeño dueño se asustó. Luego sus padres se dieron cuenta de la mentira, pero nació otra.
Me acusaron de tener una enfermedad incurable. Me iban a dormir con algo, para siempre, pero me libré. Luego me topé con los niños malos quienes me cogieron, me levantaron, y jugaron conmigo como se juega con una pelota. Luego me cortaron el cuello y pude sentir la sangre que se me iba, como apagándome, como relajándome...

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