martes, 15 de enero de 2008

El fin de una obsesión

Me había vuelto loco tomándole fotos a las mujeres. Un día, estando en la custer, sentado al lado de una chica con la ventana a su izquierda, le tomé una foto, y ella vió y luego otra foto y... ¡conchatumadre! ¡has tirado mi cámara!... Ella simplemente la cogió y... bueno, ya se está yendo tras de mí, hecha trizas.

1 comentario:

Sandra Texeira dijo...

tomar fotos a las mujeres debe ser un divertido psatiempo, no?